Pero pronto el mundo se torno difuso y ante mi, solo había la claridad de una lejana silueta, la cual, evocaba al torrente inevitable de recuerdos hermosos que se habían marchado por la puerta grande al mas inmediato segundo.
Ya no corría para salvar, o para salvarme, mas bien empece a cojear de una patita gatuna y seguí de reojo a las personas queridas a mi alrededor sabiéndolas bien una por una.
Pero...yo no tuve mas momentos prohibidos. La gente continuo con su momento de algarabía y yo, inmutado y "felizmente celebrando" me postraba ante mi propia tristeza una vez mas en mis adentros.
Si, por primera vez en mucho tiempo...no solo vi la lluvia caer, la sentí...y también por primera vez al mismo tiempo no me gusto estar ahí para ver, que no solo el tiempo había pasado ante mis ojos, sino también la pasión.
Dentro de los confines subterráneos, yacía hacia mi ultima morada conocida...cuando de pronto, de entre las palabras, las miradas furtivas y los abrazos naturales...escapo una lagrima de mis ojos...una huérfana lagrima la cual nunca existió, porque juré que ya no iba a dejar escapar una nunca mas por la causa que se fue y fue feliz.
He ahí pues...la pobre lagrima colgando en mi mejilla, aun esta ahí, esperando paciente a que alguien se acerque...para darle el beso de las buenas noches.
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